San José de Iturbide – Redacción
• A cinco meses del incendio en el anexo “Volver a Vivir”, la tragedia sigue viva… «Es un caso que nos tiene tristes y molestos”: Manuel Montes.
Axel, un pequeño de apenas cinco años, espera cada día el regreso de su papá. Pregunta con inocencia si “ya es tiempo de que vuelva a casa”, convencido de que en cualquier momento lo verá entrar por la puerta. “Vamos al panteón para sacar a mi papá, yo creo que ya revivió…, ya está bien”, dice con la certeza y la esperanza de quien aún no entiende del todo lo irreversible de la muerte.
Su padre fue una de las 13 víctimas del incendio ocurrido hace cinco meses en el anexo “Volver a Vivir, 24 horas, A.C.”, una tragedia que estremeció a San José de Iturbide y que, a medio año de distancia, sigue sin responsables ni justicia.
La abuela de Axel, con la voz entrecortada y el alma rota, sostiene una fotografía entre sus manos mientras recuerda al hijo que perdió y al nieto que cada noche pregunta por él. “Mi hijo tenía muchas ganas de vivir, de rehabilitarse… su motor era Axel. Por él decidió ingresar al anexo, estaba convencido de cambiar”, dice, ahogando el llanto.
Pero el anhelo de una segunda oportunidad se apagó en el sótano del lugar, donde, según algunas líneas de las investigaciones, los internos estaban encerrados cuando comenzó el incendio. Ninguno de los encargados acudió a auxiliarlos. Las llamas se propagaron rápido, y 13 hombres perdieron la vida sin que nadie les abriera las puertas.
Desde entonces, las familias claman justicia, pero las respuestas de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato han sido, aseguran, “largas y más largas”. “Nos dicen que todo es un proceso, que están investigando si la propiedad realmente pertenece al dueño que la reclama. Pero si la está pidiendo de vuelta, es porque es de él”, cuestiona la abuela de Axel, sin ocultar la frustración que la consume, tras agregar que, incluso, la Fiscalía les ha compartido algunos videos que familiares de las víctimas solicitaron, “pero no los hemos podido ver porque el formato es muy raro”.
La mujer también lamenta que, a diferencia de otros casos recientes, como el envenenamiento de perros y gatos en la colonia Prados del Rosario, la tragedia del anexo no haya tenido el mismo eco ni la misma atención por parte de las autoridades estatales, particularmente de la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo, quien, incluso en un video, condenó el hecho y prometió castigo para los responsables. “En el caso del anexo no fue igual… Parece que la vida de nuestros hijos no valiera lo mismo”, expresa con amargura.
“NOS TIENE TRISTES, NOS TIENE MOLESTOS”: ALCALDE MONTES
El alcalde de San José Iturbide, Manuel Montes de la Vega, reconoce que el dolor persiste y que el caso sigue sin resolverse: “Yo sigo empujando con la Fiscalía, al final del día esto es algo que nos enlutó a toda la ciudad iturbidense. Nos tiene tristes, nos tiene molestos. No puede volver a ocurrir”, subrayó en entrevista.
Montes enfatizó que el tema no es facultad del municipio, sino del gobierno estatal, y aprovecho para exhortar de nuevo al Congreso de Guanajuato y a la Secretaría de Salud a legislar y supervisar con rigor los anexos, donde en muchos casos, dijo, los internos han sufrido vejaciones, denigración y condiciones indignas.
“He estado empujando muy fuerte con el fiscal para que revise si existe algún presunto responsable. De nuestra parte, el municipio aportará toda la información necesaria para que esto se resuelva pronto”, añadió el alcalde.
No obstante, a cinco meses del incendio, la Fiscalía no ha informado sobre avances concretos ni sobre el paradero del propietario del anexo, del que las familias solo saben que “anda pidiendo que le devuelvan la propiedad, incluso, pidió un amparo y aparentemente se lo negaron”.
Mientras tanto, Axel sigue esperando. Sus pequeñas manos sujetan una fotografía de su papá con el amor más puro que puede existir: el de un hijo que aún confía en que los muertos regresan cuando uno los extraña mucho.
Su abuela, en silencio, lo observa. “Para mí, todos los días son como ese día (1 de junio)… como si el fuego no se hubiera apagado nunca”, susurra.
Cinco meses después, el anexo “Volver a Vivir” sigue dejando dolor, preguntas sin respuesta y un clamor que no se apaga: justicia para los 13. Porque, mientras la verdad no llegue, Axel seguirá esperando -sin entender por qué-, que su papá vuelva del panteón.
Cortesía de La Opinión Revista
