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Hay varias formas de contestar una vez que levantas el teléfono o aceptas una llamada, pero sin duda, la más popular en nuestro país, es contestar diciendo: «Bueno». Cuando lo analizas y lo piensas, te das cuenta de que esta forma es particularmente curiosa, y por eso te contamos acerca de su origen.

Pues bien, todo se remonta a la forma de operar de las primeras centrales telefónicas en el país, gracias a las cuales funcionaban las llamada por teléfono a inicios del siglo XX.

Las centrales eran manuales, y en ellas, una operadora enlazaba a través de un cable y dos clavijas a las personas que se llamaban, quedando así enlazadas y listas para iniciar su conversación.

El usuario interesado en comunicarse, daba el nombre y el número de la persona con la cual quería comunicarse y la operadora los enlazaba. Ésta, para asegurarse de que la comunicación estaba establecida, preguntaba: “¿bueno?”. Si la comunicación era clara, los usuarios respondían “bueno” y esa era la señal de que el enlace era exitoso.

El proceso era largo y la tarea de las telefonistas, que siempre eran mujeres, requería de mucha precisión y también estrés para poder atender a todas las llamadas. Aunque en aquellos tiempos eran relativamente pocas, ya que el teléfono sólo era usado por personas de alto nivel socioeconómico.

Las centrales telefónicas fueron desplazadas y llegaron los teléfonos con discos, luego los digitales, los celulares y ahora las llamadas por internet.