San José de Iturbide – Redacción
Avícola Talanes S.A. de C.V. Convocó a través de papeletas colocadas en algunos puntos de San Rafael de las Medias, El Magueyal y Las Medias, a una reunión la tarde de este lunes 12 de mayo, con el fin de “fortalecer la relación y comunicación con la comunidad”.
En dicha reunión, se pretendía recoger inquietudes de los vecinos sobre una ampliación de las granjas ya ubicadas a unos metros de San Rafael; ésta fue encabezada por el propietario de la avícola, Rogelio Reséndiz, y la directora de ecología del municipio, Alma Lilia Arévalo López.
A unos minutos de iniciada la reunión, prácticamente se rompió el diálogo, ya que los habitantes pedían la presencia del alcalde Manuel Montes y su Cabildo, y ante su ausencia, los ánimos se caldearon dando pie a que los asistentes fijaran desde un inicio que no llegarían a ningún acuerdo, ni aceptarían ninguna resolución.
Molestos, los asistentes comenzaron a enumerar los diferentes problemas que la instalación de la granja les ha causado desde hace varios años, como malos olores, proliferación de fauna nociva, preocupación por problemas con el agua, pocas y malas oportunidades de empleo y en general, los casi nulos beneficios que han obtenido desde que la empresa avícola se instaló.
Tanto el propietario como la funcionaria municipal se vieron rebasados por la molestia de los asistentes, siendo incapaces de mantener un diálogo, o de responder satisfactoriamente a las demandas de las personas. Tampoco llevaron documentos que avalaran los permisos correspondientes y respondieron con evasivas y la mayoría de los cuestionamientos que se hacían en la reunión.
Un grupo de personas con familiares laborando en la avícola, intentaban convencer a los vecinos sobre los beneficios de tener a la empresa, e intentaban minimizar los perjuicios manifestados, lo cual solo empeoró el ambiente, y terminó por convertir la asamblea en un total desorden.
Para finalizar, los asistentes manifestaron que solo acudirían a una siguiente junta si estaban presentes el alcalde Manuel Montes, regidores y funcionarios de diversas áreas, tras lo cual el propietario dio por terminado el evento, invitando a los asistentes a tomar refrescos o atole que habían colocado en una mesa, gesto que fue repudiado por los vecinos, en un penoso final para la mal lograda reunión.