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Cada 5 de mayo, México recuerda con orgullo la Batalla de Puebla, un momento clave en la historia nacional. Ese día, en 1862, un ejército mexicano mal armado, liderado por el general Ignacio Zaragoza, logró una sorprendente victoria sobre las tropas francesas, consideradas en ese momento unas de las más poderosas del mundo.

Una batalla que se convirtió en símbolo

Aunque la victoria no evitó que Francia invadiera México meses después ni que impusiera al emperador Maximiliano de Habsburgo, la Batalla de Puebla quedó grabada como un símbolo de la resistencia mexicana frente a la intervención extranjera.

La batalla se libró en el cerro de Loreto, en Puebla. Allí, alrededor de 2,000 soldados mexicanos y 2,700 campesinos —los famosos chinacos— defendieron su tierra con machetes y lanzas contra un ejército francés mejor armado con rifles, bayonetas y cañones. Contra todo pronóstico, los mexicanos repelieron el ataque. El general Zaragoza lo resumió así en su informe: “Las armas nacionales se han cubierto de gloria”.

¿Y qué pasó después de la batalla?

Pese a la victoria en Puebla, las tropas francesas lograron avanzar y, en 1864, colocaron en el trono a Maximiliano de Habsburgo. México atravesaba una crisis profunda tras la Guerra de Reforma y había suspendido el pago de su deuda externa, lo que fue el pretexto perfecto para la intervención extranjera.

Maximiliano llegó con el respaldo de los conservadores y del ejército francés, pero nunca consiguió ganarse el apoyo del pueblo. Su gobierno enfrentó una fuerte resistencia encabezada por Benito Juárez y los liberales. Cuando Francia se retiró del país en 1867 por la Guerra Franco-Prusiana, Maximiliano quedó solo. Fue capturado en Querétaro, juzgado y fusilado. Así terminó el Segundo Imperio Mexicano y se restauró la República.

¿Por qué se celebra más el 5 de mayo en Estados Unidos que en México?

Curiosamente, el Cinco de Mayo se celebra más en Estados Unidos que en México. La razón tiene que ver con identidad y resistencia. En 1867, mexicanos que vivían en Texas —donde nació el general Zaragoza— comenzaron a conmemorar la batalla como un acto de orgullo y memoria.

Décadas más tarde, el movimiento chicano adoptó el 5 de mayo como un símbolo de lucha contra la discriminación y el racismo. Con el tiempo, se convirtió en una fiesta cultural en muchas ciudades estadounidenses, con desfiles, música, comida y eventos que celebran las raíces mexicanas y latinas.

Aunque muchos en Estados Unidos lo confunden con el Día de la Independencia de México (que en realidad es el 16 de septiembre), el Cinco de Mayo sigue siendo una fecha con mucho significado: es un recordatorio de que, con valor y unidad, incluso los más débiles pueden enfrentar a los poderosos.