San José Iturbide – Redacción
El fenómeno social del culto al narco no es nada nuevo, pero sin duda ha ido evolucionando y cada vez es más notorio, pero también es preocupante, porque seduce principalmente a los más jóvenes de la sociedad.
Son las “buchonas” y los “alucines”, quienes buscan imitar la vida de lujo y presunción de los cabecillas de los grupos criminales.
En el caso del “alucín”, llamado así derivado del verbo “alucinar”, se ha convertido en una tendencia en redes, sobre todo en TikTok, en la cual sus simpatizantes y seguidores adoptan conductas que hacen apología al narcotráfico, y a sus personajes más representativos.
Por su parte, las “buchonas” son las mujeres que buscan aparentar ser parejas de un importante capo, o bien, que ellas mismas son jefas de la mafia, todo desde luego, a través de lo que se pueda presumir en sus perfiles de Instagram y Facebook.
Hombres a bordo de camionetas (o “trocas”), con ropa de marcas o de copias relativas a aquellas que suelen usar los narcos, además de sombreros o gorras, se pueden ver por cientos en redes. Incluso en sus videos publicados, los “alucines” imitan el acento norteño de Sinaloa y las regiones adyacentes, así como la jerga de la narcocultura.
Los videos más populares tienen entre dos y diez millones de reproducciones. Algunos recomiendan cómo vestirse “alucín” sin gastar mucho dinero. Los tutoriales son los que más visitas concentran. En otros, jóvenes interpretan narcocorridos y en algunos más, muestran sus muñecas con un reloj de lujo sosteniendo una botella de tequila o whisky, o un arma, o simplemente el tablero de su vehículo con música de corridos de fondo. O también es común que se graben en fiestas, o realizando “hazañas”, como cuando se han grabado en San José Iturbide , circulando sobre las plazas públicas o aceras frente a la presidencia municipal, la Alameda o los portales.
De acuerdo con la psicóloga Samantha Pérez, quien atiende a jóvenes en su clínica privada, la idolatría que la juventud expresa por personajes como el chapo, el mayo, o los hijos y asociados a estos, es preocupante porque los ven como héroes y modelos a seguir, por los ingresos y el estilo de vida que se tiene producto del narco tráfico, lo que aunado a los graves problemas que existen en la región debido a los conflictos entre bandas rivales, agudiza el problema del consumo de drogas y dificulta las labores de prevención contra todos estos temas.