Nacionales – Redacción
Funcionarios estadounidenses han investigado durante varios años alegaciones sobre posibles vínculos entre aliados del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y cárteles de la droga, así como la recepción de millones de dólares después de su ascenso al cargo, según registros estadounidenses y tres fuentes familiarizadas con la investigación.
Aunque nunca se abrió una investigación formal sobre López Obrador, las autoridades concluyeron que había poco interés en presentar cargos contra el líder mexicano, según las fuentes, que solicitaron permanecer en el anonimato.
López Obrador ha rechazado rotundamente las acusaciones, afirmando que no afectarán la relación de México con Estados Unidos, aunque espera una respuesta del gobierno estadounidense. Si bien los funcionarios estadounidenses identificaron posibles lazos entre los cárteles y los asociados de López Obrador, no encontraron conexión directa entre el presidente y las organizaciones criminales.
Las investigaciones se basaron en información de informantes cuya veracidad puede ser cuestionable, y los esfuerzos por rastrear pagos a intermediarios de López Obrador no arrojaron resultados concluyentes. Aunque se revelaron detalles preocupantes sobre encuentros y pagos, no se encontraron pruebas sólidas que vincularan al presidente directamente con actividades ilícitas.
El contexto político y diplomático entre Estados Unidos y México añade complejidad a la situación. La administración Biden ha mostrado un interés particular en mantener una relación positiva con López Obrador, considerándolo clave en la gestión de temas como la migración y el narcotráfico. Presentar cargos contra un líder extranjero sería una medida extraordinaria y arriesgada para Estados Unidos, especialmente dada la sensibilidad de las relaciones bilaterales.
Aunque la investigación sobre los vínculos entre los aliados de López Obrador y el crimen organizado ya no está activa, la mera existencia de estas indagaciones podría tener implicaciones significativas en el ámbito político y diplomático.
La reciente historia de tensiones entre Estados Unidos y México, incluido el caso del general Cienfuegos Zepeda, subraya la delicada naturaleza de estas investigaciones y su impacto en la relación bilateral.